jueves, 19 de septiembre de 2013

Sendero Público,Carta del lector, "a propósito de una columna periodística"

Sendero Público: (Ciberbuzón)

 


Sustaita : Peña Nieto actuó bien, La CNTE que cambie de discurso, la Marcha de AMLO: suicidio político.

 

Pilar Guzmán: Lamenta la poca comprensión hacia el tema magisterial y cuestiona el linchamiento mediático hacia el movimiento.

                               "Educar para vivir con otros", texto inédito


 

Ciberbuzón


 A nuevos requerimientos, respuetas inmediatas y sencillas.
No estaba previsto, pero algunos amigos, amigas, compañeros y al rato, no dudo (de lo que dudo es de la duda, dice el refrán) con su estimada paciencia y crítica, con toda la razón han didicado un espacio de su valioso tiempo para cometar Senderopúblico.
Por ello, a partir de ahora, en tanto ampliamos el formato del blog, que es como un rollo al infinito, señalaremos las cartas en esta sección ( Ciberbuzón).
Bueno hasta aqui el comentario que inaugura formalmente esta sección aún cuando, ya había dado entrada otros corrreos.
( Por cierto, este día se dicute en la Cámara de Diputados, la Ley del Derecho de Réplica. Las sanciones que inentarán imponer a los grandes medios si no dan respuesta a los lectores, me parece de un temor de tamaño de las aspiraciones de los legisladores por seguir en la palestra. Las sanciones debieran ser más serias y de fondo)

Hoy por lo pronto dos cartas, una de Fernando Sustaita y otra de la maestra Pilar Guzmán.
Saludos

19 de septiembre de 2013.






Estimado Juan Bautista,

Me ha gustado mucho el último artículo ( senderopublico 18 se septiembre 2013), no tanto por el contenido sino por la narrativa, me gustó el dinamismo, en cierta parte se puede percibir la estancia dentro del banco y el transcurrir del tiempo durante la espera.

Me gustó además el periodismo que haces desde un asiento. Cuando en ocasiones leo la columna de Carlos Loret de Mola me molesta que el tipo siempre tenga que estar en el lugar de los hechos, y que sin embargo sus comentarios sean muy similares a los de otros.

Este formato que inauguras me gustaría verlo más, quizás una narración mientras vas en el microbus, otro mientras esperas una comida en una fonda o quizás en el restaurante más elegante de la Ciudad de México.

El único detalle que no celebro es que -nuevamente- haces una preferencia hacía los maestros de la CNTE. Creo con toda honestidad que Peña Nieto actuó bien, tomó el problema de las lluvias y ganó muchos puntos, también creo que los maestros de la CNTE hubieran ganado muchos puntos si hubieran cambiado su discurso y se hubieran unido a la ayuda humanitaria. Es simple sensatez.

Hacer una marcha en estos días o el próximo día 22 (como pretende AMLO) es un suicidio político.

 

Hay momentos para ser egoístas y otros momentos para ayudar, considero -salvo tu opinión personal- que los maestros están siendo egoístas cuando sus propias comunidades están pasando momentos terribles.

Y como último comentario digo lo siguiente: Nada peor le pudo pasar a la CNTE que esta desgracia, les restó reflectores y los está exhibiendo como especuladores ante un momento de unión -similar al vivido en el terremoto del 85-.

Saludos.

Atte. Fernando Sustaita

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Carta de la maestra Pilar Guzmán:

Estimado juan:
Agradezco profundamente el favor de su atención a mis comentarios y reitero mi postura respecto al quehacer magisterial donde educar es un arte y todos somos iguales porque somos diferentes.Hay que educar para vivir con los demás, con los otros. Le envío un texto al respecto. Lamento que pocos comprendan la magnitud de la práctica educativa y que se unan al linchamiento mediático de que hemos sido objeto los profesores. Nos faltan años luz de educación para entender que el ser humano es un animal político y que nuestros ancestros nos visionaron como hombres de conocimiento antes de la conquista. Hemos perdido identidad y lamentablemente somos parte de la inmediatez, de los no prescindibles, de los desechables. Hay que seguir luchando, trabajando día con día, paso a paso y codo a codo.




A continuación un texto, escrito especialmente para reflexionar sobre el tema:


EDUCAR PARA VIVIR CON OTROS                                                                   
LOS VÍNCULOS CULTURALES Y LAS RELACIONES SOCIALES

Siempre necesitamos a alguien que nos necesita

R. Gary

Los seres humanos somos seres sociales y como tal por nuestra misma condición somos creadores natos de significados y de lo que se denomina cultura lo cual nos acerca a establecer vínculos estrechos con los “otros” y con los “demás” ya que necesitamos dar sentido a todo aquello que nos rodea. El problema reside en definir una relación significativa entre sociedad y cultura que nos encamine hacia la dimensión educativa.

Cultura y socialidad no pueden separarse puesto que la cultura está inmersa en todo acto humano, por lo tanto influye en las relaciones sociales. Se entenderá por cultura las formas de vida y ello es la cimentación de los anclajes de identidad que establece cada uno de los hombres.

La cultura obtiene una gran importancia en la medida que estrecha a aquellos que tienen las mismas representaciones del mundo, rasgos culturales, formas de comunicación transformando de un “yo”  a un “todo cultural” más fructífero y enriquecedor que es parte del ser social.

La cultura une y diferencia, por lo que puede ser una dimensión de aglutinamiento o de división y justamente es la dimensión educativa quien ayudará a subsanar esas diferencias buscando un modus armónico y equilibrado.

La cultura nos proporciona un sentido del “nosotros” como integrantes de un grupo social con una trayectoria histórica, permite que exista una conciencia del ser continuadores de “otros”, pero semejantes a nosotros. La cultura, en este tenor, marca la trayectoria del progreso del conjunto social y de sí misma.

Existe una escisión que marca el desequilibrio en la escolaridad a favor de la función cultural ilustrada de la educación como una búsqueda de la extensión y dominio del conocimiento, en detrimento de la socializadora también ilustrada (creación de una sociedad aceptable y de ciudadanos activos y responsables). Desde la educación ilustradora se pretende mejorar la cultura y el desarrollo de una sociedad “adecuada”. Lo que es un hecho es que cada vez se amplían los horizontes y tal vez estemos en un mayor alejamiento. Hoy es imperativo tener presente la dimensión social de la educación y evitar su orientación hacia la situación de mercado.

La naturaleza del hombre hace que los seres humanos sean dependientes unos de otros a través de procesos de socialización y por ende de civilización. Los individuos establecen interconexiones e interdependencias de diverso grado e intensidad constituyendo así comunidades y redes diversas que los van vinculados de muchas formas pero que al mismo tiempo les dan estatus de autonomía, libertad e independencia. Aunque parezca contradictorio, la educación debe promover este tipo de relaciones: ser un instrumento que permita la conquista de la libertad y la autonomía y al mismo tiempo fomentar los lazos sociales que permitan un mayor acercamiento hacia los demás propiciando una convivencia armónica y respetuosa. La libertad y la autonomía no pueden estar en detrimento con respecto al de la valoración de la sociabilidad. Ambos aspectos no son incompatibles.

El ser humano está inclinado a establecer vínculos con otros, de otra manera estaría en  “incompletud”, es decir no podría vivir en sociedad ya que sería paradójico e incomprensible. El ser humano tiende a establecer relaciones enriquecedoras y positivas de amor, ayuda, sacrificio, lealtad, aunque pueden también transformarse en vínculos adversos como odio, resentimiento, violencia, pero de una u otra manera el ser humano está condenado a establecer vínculos con los demás. Existe una necesidad de relacionarse con los demás lo que propicia que se vayan entramando las relaciones y conformando redes sociales que pueden adoptar formas complejas: “…Cada uno de los seres humanos que camina por las calles aparentemente ajeno e independiente de los demás está ligado a otras personas por un cúmulo de cadenas invisibles…”.

La socialidad entonces es inevitable y necesaria. La socialidad está presente siempre, por ello la educación  no debe cesar de cualquier forma, a través de la familia, la comunicación, la escuela, etc. Debe ser permanente.
Maestro Pilar Guzmán











 

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