domingo, 15 de septiembre de 2013

En la escuela es donde los sueños no terminan, se reinventan: Misspili


 

 

         En la escuela es donde los sueños no terminan, se reinventan: Misspili

 

 


           (El presente texto, es parte de una carta que envía una maestra de las escuelas secundarias técnicas, a Sendero Público, como parte de una serie de comentarios que aquí se han realizado. Nos permitimos también ofrecer una opinión al respecto).


 

            Estimado Juan:
Como escucho cada lunes " Mexicanos al grito de guerra" yo me aplico y hago la guerra y no el amor cada día dentro y fuera del aula. Soy sumamente obediente y no puedo quedar mal conmigo y con ellos (con los alumnos) por supuesto. Cada día me esfuerzo por liberar un pensamiento encaminado hacia el conocimiento, pero sobre todo hacia la felicidad y realización de esos " sueños guajiros" de los 320 mundos que atiendo diariamente y que creen ciegamente en mi. Además me aportan muchos gramos de su cariño sincero y desinteresado. Sabes, eso enriquece profundamente, soy un ser muy afortunado porque estoy en un lugar universalmente envidiable, en donde las transformaciones se viven día a día y donde los sueños no terminan... se reinventan.


           
Estimada Miss,

Esa profesión la de ser maestro, conlleva muchas responsabilidades, la mayor: formar, propiciar, incentivar, crear, hasta donde se posible, a los nuevos mexicanos. Es una tarea titánica, que sólo aquellos que están, principalmente frente a grupo, ahí en la trinchera del aula, saben lo que significa.

El sistema educativo, como todo sistema está lleno de fallas, lagunas y mucha, mucha burocracia que en su ADN lleva el mismo aditivo de su involución. Situación que sale de las manos de los miles de maestros que como tú enfrentar una tarea diaria.

De ahí, que movimientos como el magisterial de estos día y otros, sean primero poco entendidos, comprendidos. Al mismo tiempo que surgen, ya son producto de un linchamiento mediático, por eso su lucha se realiza doblemente a contracorriente.

El cambio histórico, aún cuando éste se realice de manera lenta y gradual, el magisterio como actor social, siempre ha jugado un papel protagónico y sus movimientos siempre están presentes en el registro de la historia. No podría haber un cambio social sin el sector magisterial, de ahí, que éste por ser uno de los sectores con mayor instrucción, como creador de conciencias,  por estar en todo el territorio nacional, por ser un termómetro social, es el primero en saltar a la palestra y enfrentar esos cambios, hoy representados en una Reforma Educativa que lejos estamos de ver sus resultados.

Por lo pronto, esa Reforma, que en principio se machacó que fuera educativa, hoy resulta laboral. De ahí su mayor importancia, porque de un tema educativo se saltó al laboral, entonces el tema tomó otras dimensiones para involucrar a otros sectores sociales que estarán por darle la razón y su apoyo a la lucha magisterial.

El movimiento magisterial se convierte en la punta de lanza de las luchas  populares, de un movimiento legítimo de otras causas que agobian a este sistema de político que está copado, arrinconado por los partidos políticos, ahora centrados en el Pacto Por México.


 
Sus maestros, éstos que sí participan, que están de acuerdo en buscar mejores condiciones de vida y de futuro laboral, los que sí se involucran en este movimiento de resistencia, deben explicar muy bien a sus alumnos la responsabilidad de los maestros en los cambios sociales, en convertirse en actores sociales, en crear conciencia de interesarse  por los problemas nacionales, de llevar la discusión nacional, a la discusión del aula.

Estimada Miss,

Concibo que ese gran cariño y alegría de esas 320 razones, de esos 320 mundos, de ese Universo que le toca atender cotidianamente, ha de ser un espacio maravilloso. Ahí se ofrece posibilidad real de concretar los sueños, de sembrar (como decía mi maestro preparatoriano José Muñoz Cota- por cierto igual de oaxaqueño que José Vasconcelos y Benito Juárez-) una semilla del conocimiento para despertar algún día convertida en fruto y sumarse a los nuevos vientos del cambio social, político y cultural que este país necesita a diario, con cambios profundos y no señuelos reformas educativas, sólo enmiendas a retazos.

Estimada Maestra, creo como usted en los sueños y en la posible transformación de la realidad, a partir de la lucha diaria, en el aula, en la calle, en la oficina, en el campo y desde luego, al interior de los hogares mexicanos.

Celebro la inmensa tarea del magisterio y apoyo sus luchas, ahí está mi testimonio en más de cincuenta reportajes en google.

 
 
Solidarios saludos
Este es un breve comentario, en esta tarde de Domingo 15, que intenta sólo crear referencias de un tema nodal en la vida cultural y social de México.

 

Ah. Hoy se celebra el 15 de septiembre¿Hidalgo dónde estás?

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario