martes, 5 de noviembre de 2013

3-0 México-Argentina, pasa a la final del mundial Sub 17


De las pocas buena  noticias 

 

3-0 México-Argentina Sub 17


Ciudad de México, Coyoacán.- Desde temprana hora, miles de mexicanos, están atentos al partido México-Argentina, tienen, tenemos esperanza de que logre su tercer título mundial, la sub17.
 


 
 

Un partido de fut, de esos madrugadores, en que sus jugadores, por su edad, casi se visten de niños héroes, el portero Gudiño, paró un penalti a los charrúas e Iván Ochoa, el delantero mexicano anota dos goles durante el primer tiempo.

Ha sido un segundo tiempo lleno de calor y nerviosismo. Se ven muy coordinados los mini ratoncitos verdes, bien por su doblez y quiebres y tangos en que les imprimieron a los eternos verdugos de los mexicanos en los mundiales de futbol.

¿Por qué sí se puede con la Sub17, por qué sí se puede con el futbol olímpico? ¿Por qué no podemos en nivel profesional, por qué México, su selección mayor está ahora diluida, hecha polvo? Son preguntas irremediablemente necesarias que todo mexicano de cualquier nivel social y con o sin estudios, se realizan cotidianamente.

 

Si el futbol fuera el termómetro, el nivel de evaluación de un país, en su desarrollo, México sería un caso atípico de análisis. Por lado, sus filas inferiores, sus semillas están germinando constantemente, se mantienen como campeones, en tanto que su selección mayor, intenta, pasar de panzazo al mundial, por medio de la concentración de un solo equipo, contraviniendo toda la tradición del futbol mexicano.

Algo está pasando en esa federación de futbol profesional, huele mal, está en estado de descomposición. Sus directivos ya no son directivos, son gerentes, dueños de bolsas de valores, manejadores de sumas económicas estratosféricas. Ya no sirven a los intereses de la afición, y sí a intereses propios, de consorcios.

Casi al final de este partido, un tercer gol, de Marcos Granados, reafirma las aspiraciones de los mexicanos por a la final de esta Sub 17.

Buenas noticias, tempraneras, gotas de aliento, nos dan esos enormes jóvenes mexicanos, que nos demuestran que sí se puede.

Una revolución a fondo en el futbol, como en otros campos de la vida social, política, económica y cultural, tendría que ocurrir.

 

Para ser tan temprano, es suficiente, nos vemos al rato.

 

 

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