Tiempos de grandes capos

 

Tiempos de grandes políticos, de capos

Coyoacán.- Son las ocho de la noche de este viernes de compras desesperadas, de tráfico inmundo, de citas caceladas, de día de pagos y no pagos, de promesas, de marchas reprimidas, de leyes rotas, de aprobación de comisión anticorrupción como salida a la faramalla de proteger el erario. Viernes de fin de semana de este año que ya se va, de este estridente año que una vez comprobó que la política de grandes ligas es para unos cuantos, los otros, sólo quejandose y mirando.

No echaré más triste leña al fuego de la condición desesperada de millones de mexicanos, que ahora sí no saben cuál será el camino, porque diálogo simplemente no hay, como tampoco oídos para escuchar los reclamos y la oposición, también ciegos, de poder de no ver al contrario, simplemente no los ven.

Nosotros no tenemos el gobierno que los merecemos. El sistema de partidos y sus burocracias, han secuestrado a la real y legítima democracia. Hay evidencias y dudas sobre cómo estos gobernantes "ganaron" la elección y ahora ellos solos toman las decisiones, de ahí que no quierean consulta alguna.

Crearon al pacto para distribuirse el poder los próximos 30 años. Estos políticos provienen en línea directa del mismo Porfirio Díaz, son hijos de huerta y tatarientos de San Ana. Estos políticos mexicanos, esta clase en especial, esta generación, pervirtieron la política, terminaron por corromperla.

Los mexicanos, viven en un periodo de letargo, como en paréntesis. Y si reaccionan es a toro pasado. Están ensoñados, en otra atmósfera, otra realidad, cualquiera menos ésta.

Tendrá que venir un tsunami, otra sacudida como la del 85, algo parecido para despertar. Otra vez, tendremos que reiniciar el camino de la reconstrucción, de devolverle el valor a la palabra solidaridad, que como muchos conceptos, se fueron al cesto de la historia.

Necesitaremos mucho valor, tenacidad, inteligencia, tolerancia para romover a este espantoso sistema que se ya se deformó y no nos funciona, ahora se pudre.

Hasta mañana con otras buenas noticias