En eso de opinar e informar
Cuernavaca, Morelos.-Concluyo un seminario sobre las libertades democráticas, su origen, evolución y ejercicio en las sociedades. Llama poderosamente la atención, que al repasar la historia, para llegar a plasmar en constituciones y cartas de intención, esos conceptos, primero tuvieron que pasar por la conquista de las libertades de expresión y de opinión, las cuales costaron de mucha represión, tortura y hasta cárcel, a quienes se travieron a decir la verdad, a exponer su opinión sin censura, tanto de gran poder político como del poder privado. Cada pueblo, tiene a sus héroes en este tema.
Fíjese usted, que para medir el desarrollo de un país, no sólo cuenta su infraestructura, educación, sistema financiero, de transporte, seguridad, alimentación, la autooalimentación, sus niveles de producción en el campo y la industria, así como de su evolución de las leyes, pero un asunto capital, es el nivel que haya alcanzado sus niveles de expresión y opinión.
En México, como el Colombia, el tema de las libertades de imprenta, expresión y opinión han constado sangre y mucho sacrificio de esos pueblos. En especial en México, el tema fue robustecido con las luchas sociales.
En mi calidad de Secretario General, de la Fraternidad de Reporteros de México, una asociación civil formada hace ya veinte años, establecimos en la reestructuración de estatutos, que el derecho de libre de informar y opinar, no puede existir autoridad o elemento alguno que lo inhiba, lo prohiba, además de estar plasmado en la constitución.
Los periodistas en México tenemos todavía muchas tareas por cumplir con nuestra profesión, su conducción ética, el problemas de agresiones de poder político, del narcotráfico, del desempleo, de capacitación, pero lo más inmediato, la defensa de las libertades de expresión y opinión. No cederemos.
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