Panteón Francés.- Fue una despedida sin discursos, sólo abrazos, tenues comentarios, miradas cómplices de una amistad, silencio, mucho silencio, como de esos parecidos al de las bibliotecas.
Llegaron los más allegados, los más sentidos y uno que otro político, todos con algún nexo con Guillermo Tovar y Teresa.
Largas las filas para entrar a una capilla llena de amistad, de letras, de presenciar el momento de la despedida, de la trascendencia.
Y ahí estuvieron, familiares y amigos.
Senderopúblico, presenta algunas de las últimas imágenes que acompañaron al gran cronista de la Ciudad de México.
( La última morada de Guillermo Tovar y Teresa Fotos: Senderopúblico )
Del adiós a Guillermo Tovar y Teresa
Estudiaba el pasado para defender el
presente
Hace un mes y cinco días, le conocí,
fue una gran lección
Coyoacán.- Este
domingo de nublada tarde y nocturna lluvia, arrastró la noticia de la partida del
historiador Guillermo Tovar de Teresa. Yo sabía de él, de su enorme conocimiento
sobre temas históricos particularmente de arte colonial, de lo excelso de su
historial y de su sabio asesoramiento, aún de niño, a la presidencia de la
República. Y me sorprendió más, cuando le conocí hace apenas unas semanas, al
departir con él una comida en el restaurante de El Cardenal de la Alamenda.
La ópera, el
arte actual, la “fealdad” con que dejaron a la Alameda Central con su actual
remozamiento; el fenómeno radiofónico llamado Carmen Aristegui, del imperio de
Carlos Slim, de su amigo Julio Sherer y sus increíbles historias del poder; de
la estupidez de “mantenimiento” al Caballito; de lo importante de crear cuadros
de jóvenes que se interesen por la cultura y la crónica de la Ciudad de México;
de lo terrible que es la burocracia y la podredumbre que engendra; de lo
atinado y detectivesco que era Manuel Buendía, de quien fue amigo, esos y
otros temas, aderezaron la comida de mixiotes, chicharron y carnitas.
( Mtra. Laura González Matute, Guillermo Tovar y Teresa y Marcela Briz )
Un joven maduro, un niño sabio, un hombre de letras, que sabía escuchar, atender y sugerir. Un hombre que se sabía de poder, que nació en él, que lo ejerció y que a una edad prudente, decidió ya no pertenecer a esos círculos que atesoran para guardar y archivar, para engrosar sólo sus filas y a los bolsillos del poder de unos cuantos.
“Yo ya no
soy el cronista de la Ciudad, Yo, soy un ciudadano libre que se interesa por la
Crónica de la Ciudad”, deslizó en suave comentario a una pregunta sobre ese
papel en su historial personal. De ahí me dijo, “que haya renunciado, hace
años, al cargo como cronista oficial” para eso se creó un Consejo”, sentenció
el comentario.
De atinadas
palabras y sencilla expresión, de tono suave en el silbido al imitar el tono de
música clásica, de alegre sonrisa y profunda mirada y melancólica, Guillermo Tovar
de Teresa, fue un portal al conocimiento de la historia de México.
Esa
dominical tarde del 5 de octubre pasado, nos encontramos en el Homenaje que se
le rindió a Enrique González Rojo Artur, por sus 85 años, en el Museo Nacional
de Arte.
Y ahí, al
frente del salón, en primera fila departiendo y deleitándose con los poemas de
Enrique González Rojo y las interpretaciones de guitarra clásica, realizadas
por Guillermo González Phillips.
En el
escenario, acompañando al nieto del poeta Enrique González Martínez, (1871-1952),
estuvo en el escenario, Paco Ignacio Taibo II. Siempre sonriente, y atento a
las poesía social de Enrique González Rojo Artur.
De buen trato,
Guillermo Tovar de Teresa, se dejó fotografiar con sus amigos y amigas, con los
familiares de González Rojo e incluso, antes de dirigirse a la comida, se tomó
una foto junto con Paco Ignacio Taibo II, ahí a los pies de El Caballito, ya
enlonado de azul.
Por azares
del destino, Guillermo Tovar de Teresa, fue ese domingo, al museo nacional de
arte, a acompañar a su amigo Enrique, y también, a refrendar su lucha
intelectual por defender el patrimonio nacional y del Centro Histórico, a los
pies de El Caballito, porque fue él quien dio la primera llamada de alerta en
las redes sociales, del acto de barbarie, que se estaba cometiendo en contra del
monumento que Tolsá creará hace dos siglos y once años.
Fue Guillermo Tovar el que encendió la llama de la defensa por El Caballito. Y esa actitud, lo convierte en un ícono por la defensa de la cultura nacional, porque al despojarse del traje del poder, se convirtió en un ciudadano y líder social.
Fue Guillermo Tovar el que encendió la llama de la defensa por El Caballito. Y esa actitud, lo convierte en un ícono por la defensa de la cultura nacional, porque al despojarse del traje del poder, se convirtió en un ciudadano y líder social.
Sin compromiso institucional alguno, sin dejar de ser crítico ante lo irracional y
primitivo; conservando su ADN cultural y su prestancia a la enseñanza popular y
compartir sus conocimientos; enarbolando las banderas de la identidad nacional,
sin ataduras de partidos políticos, Guillermo Tovar de Teresa, trascenderá como
espiral al infinito, como una huella imborrable en el tiempo moderno para ser
estudiado y consultado en forma permanente.
Apenas, el pasado año, su amigo Xavier Guzmán Urbiola, escribió un Bosquejo Bibliográfico, bajo el sello editorial DGE/EQUILIBRISTA, p.28, en donde lo define así:
“Su interés y
profundos conocimientos sobre el arte colonial no ha producido por consecuencia
un historiador anticuario que desee mantener en formol a los cascos históricos
de las ciudades mexicanas. El atrevimiento de su juventud está en sus venas. De
Guillermo Tovar de Teresa puede decirse que su profundo amor e interés por el
pasado, es la razón y sostenimiento de su profundo amor e interés por el
presente”. Apenas, el pasado año, su amigo Xavier Guzmán Urbiola, escribió un Bosquejo Bibliográfico, bajo el sello editorial DGE/EQUILIBRISTA, p.28, en donde lo define así:
La partida
de Don Guillermo Tovar de Teresa, deja un profundo vacío y una gran tarea por
concluir en la investigación histórica del México de ayer y hoy. Ojala, su
enorme biblioteca y colección de arte, sea, en algún momento, patrimonio de la
nación, administrada a través de un fideicomiso, que fue su aspiración, en
algún momento, siempre al servicio de México.
Estos son mis breves y sentidos comentarios, ante lo
ocurrido, buenas noches y buenos días.
Ah: Las fotos fueron tomadas por las cámaras de senderopúblico, en exclusiva.
JBA
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